ZUMO DE LOS CENTROS
Lo mejor de la naranja
es su corazón.
Su corazón, que no está en el centro
como un secreto,
sino que cae, grave, hasta el sur,
con su cicatriz de médico en prácticas
y su ristra de gajos abortados.
El corazón de la naranja
sabe mejor que todos los besos que nos dimos,
y su tallo sabio de soga
nos recuerda finales felices
que no pasaron.
Alfonso Larrea.
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