DESCANSO
Ahora que miro desde la cima
el valle donde corrió el dolor,
donde la muerte silbó una pavana
a cuyo son danzamos por un tiempo,
descanso
de los paseos sin destino,
del abismo del reposo involuntario,
de aquellas mañanas amenazadas.
Recuerdo la impresión pasajera del humor vítreo,
sólido en su agonía,
desterrado del cuerpo sin respuesta;
también el plano inclinado de nuestra existencia,
latente a fuerza de sortear noticias.
Anegado el valle, de regreso a la cima,
descanso
Sara Madrigal Castro.
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ISSN (ed. digital): 2952-2951
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