Quién contará los alfileres de la chaqueta de franela colgada en la percha dormida.
Quién zurcirá los tejidos rotos, los poemas gastados, la maraña de lana en alfombras de colores.
Quién mantendrá el candado con su seguro echado, la llave que abre y cierra todos los sueños.
Quién calentará el hogar con sus canciones inventadas, con las cortinas despejadas.
Quién escribirá las cartas del mañana con trazos de tinta azul como los ojos que me dieron la vida.
Quién buscará mis secretos entre silencios, curará los destrozos que el mundo con ruido vino a pisar despacio.
Quién alimentará mi estómago deshecho de enredos, comida caliente reposando en mi vientre.
Quién cuidará cada noche de las pesadillas que duermen ocultas cada madrugada.
Quién escribirá recuerdos dentro de tu almohada como bálsamo de sal en tus heridas.
Quién mantendrá viva la llama de la vida en el día a día.
Quién hablará de nosotras cuando ya no estemos.
Verónica Esquinas.
© Revista Cariátide. Todos los derechos reservados
ISSN (ed. digital): 2952-2951
ISSN (ed. papel): 3020-9501
DL: CO1214-2024